El verano, ya lo sabéis, acaba con mi vida. Soy una mujer más de otoño/invierno. Eso es lo que tiene ser guía turística, también llamada entretenedora de tiempos libres, que  cuando todo el mundo está de vacaciones nosotras vamos a tope de trabajo. Así que el verano es tiempo de dejar la comida preparada, o semi preparada del día anterior; tiempo de táper y de ensaladas para llevar; tiempo de liarme menos entre fogones e ir a lo sencillo.

Por eso en esta época veraniega tiro mucho de latas y conservas, que te apañan comidas estupendas con un pequeño tuneado. En esta ocasión, unas latitas de atún con mayonesa ligera de Isabel que venían en la Degustabox de este mes, que acabaron convertidas en unos deliciosos huevos rellenos de atún y aguacate, que estaban para chuparse los dedos.



Degustabox es una caja de productos sorpresa, todos ellos pertenecientes al ramo de la alimentación, que podéis recibir en vuestra casa mes a mes para probar y descubrir productos diferentes y novedosos. Siempre trae entre 10 y 15 productos diferentes, todos ellos de primeras marcas, con un valor de mercado superior al precio de la Caja Degustabox.

Habitualmente, la Degustabox cuesta 14,99€, gastos de envío incluidos. Te suscribes desde su página web, fácilmente, y además no tienes compromiso de permanencia. Si al suscribirte, además, incluyes el código de descuento XUAJW podrás conseguir tu primera caja por tan sólo 7,99€.

Por supuesto, si no tenéis a mano una de estas latitas, podéis sustituirla por una de atún {al natural o en aceite} bien escurrida y una cucharada de mayonesa.




Ingredientes: 
4 huevos {previamente cocidos}.
1/2 aguacate.
un chorrito de zumo de limón.
sal, perejil.
una latita de atún con mayonesa Isabel {o en su defecto, atún y mayonesa por separado}.



Preparación:
1. Pelamos y abrimos los huevos previamente cocidos a la mitad. Retiramos la yema y reservamos las medias claras sobre un platito.

2. Abrimos el aguacate, lo ponemos en un bol junto a las yemas. Ponemos un chorrito de zumo de limón para que el aguacate no se ennegrezca y unas arenitas de sal. Añadimos el contenido de latita de atún con mayonesa {o el atún bien escurrido y la mayonesa} y aplastamos todo junto con ayuda de un tenedor, hasta tener una textura uniforme y bien integrada.

3. Con una cucharilla rellenamos las medias claras que habíamos reservado y decoramos con perejil picado.

En la Degustabox de este mes, venía un producto que me llamó poderosamente la atención, ya que era la primera que caía en mis manos. Se trataba de la cebolla negra de La Abuela Carmen, un producto similar al ajo negro que se ha popularizado tanto en los últimos tiempos. Se elabora mediante un largo proceso de maduración natural que combina temperatura y humedad controlada, y en el que no se añaden aditivos ni conservantes. El resultado es una cebolla de textura blanda con tonalidades oscuras y sabor dulce y balsámico, mucho más digestiva que la cebolla fresca.

La caja Degustabox es, como ya sabéis, una caja sorpresa con productos de alimentación que podéis recibir mensualmente en vuestros hogares. Suele traer entre 10 y 15 productos, todos ellos de primeras marcas; son productos novedosos o diferentes, o de reciente lanzamiento al mercado. El coste habitual de una caja Degustabox es de 14,99€ (gastos de envío incluidos), pero el precio de mercado de los productos que contiene es siempre superior. Además, si incluís el código XUAJW al suscribiros a la caja desde la página web de Degustabox, recibiréis la primera caja por tan sólo 9,99€ (gastos de envío incluido).

Con este ingrediente, y con pocas cosas más, he elaborado un aperitivo fácil y delicioso, que acompaña a la perfección una cerveza y un partido de fútbol. ¿Os animáis?

Ingredientes:

• pan en rebanadas {yo he escogido pan de semillas}.
• tomate frito {mejor si es casero}.
• bacon en lonchas.
• huevos de codorniz.
• cebolla negra La Abuela Carmen.
• sal.

Preparación:

1. Tostamos las rebanadas de pan ligeramente en la sartén bien caliente. Las untamos con tomate frito.

2. Tostamos bien el bacon en lonchas, hasta que esté bien dorado. No le añadáis aceite, es suficiente con la grasa que suelta el propio bacon. Colocamos las lonchitas de bacon sobre las rebanadas de pan.

3. En la misma grasa del bacon freímos los huevos de codorniz. Para evitar que se nos rompan al cascarlos, debemos abrir la parte superior de la cáscara con un cuchillo afilado. Después de freír los huevos, les ponemos unas arenitas de sal y los colocamos sobre el bacon.

4. Ponemos un poquito de cebolla negra por encima del huevo. Servimos templado.

Yo confieso, soy una de esas madres obsesionadas con las verduras. Cada día, con premeditación y alevosía, maquino modos insospechados de incorporar vegetales en nuestra dieta diaria, del modo más sano y delicioso posible. Pero no sólo soy una de esas madres; además, como muchas otras madres que me estaréis leyendo, soy una madre trabajadora, de esas que hacen encaje de bolillos para que las horas del día lleguen para todas las tareas encomendadas. 

Entre las tareas más complicadas está la de hacer la compra, ya que muchas veces es imposible pasarse por los mercados a diario y comprar producto fresco. Pero en este tema estoy tranquila, porque tenemos la inestimable ayuda de las verduras ultracongeladas que, como ya seguro que sabéis, llegan a nuestra mesa conservando sus las propiedades, casi como recién recogidas de la huerta. Siempre disponibles, seguras, fáciles de preparar. 

La Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) ha organizado la II Edición de #MiVerduraCongelada con el objetivo de promocionar el consumo de las verduras congeladas entre los más peques de la casa, concienciar a las familias de la importancia de introducir verduras en la dieta diaria y, entre todos, aportar nuestro granito de arena para reducir los alarmantes índices de sobrepeso y obesidad infantil existentes hoy en día. Y sin duda, este objetivo me parece más que loable, por eso me he unido a él sin pensármelo dos veces. Porque soy una de esas madres.

Para la receta de hoy, he escogido habitas baby congeladas, que constituyen una excelente fuente de proteína vegetal, apenas contienen grasa, y como tienen un sabor tan suave, resultan muy agradables de comer para los niños.

Habitas con jamón y huevo

Ingredientes para 4 personas

Preparación:

1. Cocemos las habitas en agua con sal hasta que estén bien tiernas y las escurrimos.

2. Por otra parte, en una olla baja o sartén sofreímos en un poquito de aceite el ajo y añadimos la cebolla picada muy pequeña, a fuego bajo, para que esté tierna pero no llegue a coger color. Añadimos el jamón, el pimentón y las habas, dejamos que se sofría todo junto un minuto e incorporamos el vino blanco; subimos el fuego para que el alcohol evapore.

3. Por otra parte escalfamos el huevo en agua hirviendo durante 4-5 minutos,  cascado dentro de un paquetito de papel film.

4. Sazonamos con sal y pimienta el salteado de habas y terminamos con el huevo por encima.

Cada vez está más presente en nuestras vidas la preocupación por los alérgenos en los alimentos. Cada vez es más común que se hablen y comenten estos problemas de alimentación, de modo que poco a poco seamos todos más conscientes de lo que comemos, y de que hay personas que no pueden comer todo lo que está en un plato, aunque a veces resulte sorprendente. El gluten, la lactosa... resulta nun problema para muchas personas alérgicas o intolerantes, ya que en muchas ocasiones son ingredientes presentes en alimentos que jamás imaginaríamos que los contienen.

Con esta vocación informativa nace Qué Puedo Comer, una web realizada por alérgicos y para alérgicos. Recogen toda la información posible ofrecida por los fabricantes sobre los alérgenos de sus productos para facilitar la búsqueda de alimentos aptos. Además, esta web, pretende ser un escaparate para los fabricantes que se preocupan por esta situación y un modo de concienciar a aquellos que aún no disponen de productos aptos para alérgicos o intolerantes.

Para facilitar esta búsqueda de alimentos aptos, no sólo tienen un buscador en su página web, sino que también disponen de una app móvil. Esta app móvil incluye un escáner de códigos de barras con el que se puede comprobar si un producto es apto o no según nuestro perfil en el mismo momento que estamos realizando la compra.

Además, desde su página web, podemos suscribirnos a la QuéBox, una caja sorpresa formada por más de diez novedosos productos libres de gluten y/o de lactosa. Recibiremos la QuéBox cada dos meses por sólo 19,90€. Por supuesto, los productos que contiene la caja siempre tienen un precio de mercado superior a lo que pagamos por nuestra caja.

Desde No sin mi taper, además, os ofrecemos un código descuento para que podáis conseguir vuestra primera QuéBox por tan sólo 9,90€. Simplemente tendréis que incluir el código QBBLG al suscribiros desde la página web de QuéBox. Este código sólo es válido para nuevos suscriptores, así que no os lo penséis, es una buena oportunidad para probar esta caja sorpresa.

Este mes, recibí una QuéBox con productos libres de gluten. Os detallo a continuación el contenido de la caja:

Como podéis ver, un surtido enorme de productos, todos ellos libres de gluten, que nos dan un montón de posibilidades en la cocina. A la hora de elaborar una receta sin gluten, me decidí por un producto que no suele faltar en mi despensa: los grelos en conserva de A Rosaleira. Soy gallega por los cuatro costados y en algo se me tenía que notar... Además, como ya os había comentado que estoy a dieta para perder unos kilillos de más, he elaborado esta tortilla de grelos de una forma ligera, para evitar el consumo excesivo de grasas. Tenéis que probarla, es una de las mejores cosas del mundo mundial.

Al prepararla en el microondas, la tortilla de patatas se convierte en una receta para principiantes, lista en 20 minutos y sin prácticamente ensuciar la cocina. Sin gluten, sin lactosa y, como guinda, muy bajita en grasa. ¡¡No se puede pedir más!!

Tortilla de grelos {ligera}

1. Pelamos las patatas. Las cortamos en láminas finas, lo más finas que podamos. Sería genial si tuvieseis una mandolina, pero yo las corto a cuchillo y quedan perfectas igual. Cortamos también la cebolla en juliana fina.

2. Ponemos las patatas y la cebolla en un recipiente apto para microondas. Ponemos por encima el aceite, no hace falta poner mucho. Removemos para que el aceite llegue a todas las patatas. 

3. Si el recipiente tiene tapa, la usamos. Si no tiene, tapamos el recipiente con papel film. Introducimos en el microondas, a máxima potencia, 15 minutos.

4. Cuando acabe el tiempo, abrimos el recipiente con cuidado, comprobamos que las patatas están blanditas y dejamos que se templen un poco.

5. Batimos los huevos con sal.

6. Troceamos ligeramente los grelos. Es importante que estén bien escurridos.

7. Mezclamos las patatas con los grelos y los huevos batidos.

8. Calentamos una sartén con un nada y todo de aceite para que no se pegue la tortilla. Cuajamos en la sartén bien caliente la tortilla, primero por una cara y luego por la otra.

Un nuevo capítulo de recetas más fáciles que hacer la o con un canuto. Que no todo va a ser complicarnos la vida con la gastronomía nepalí o sudafricana... Un aperitivo ideal o incluso una cena estupenda para las noches de verano. Para dejar listo con antelación y degustar al volver de la playa... Y además a los niños les encanta!! Os digo más, es una receta muy apropiada para que los peques nos echen una mano en la cocina y estén entretenidos. 

Ingredientes sencillos, de esos que siempre tenemos por casa, y se prepara en diez minutos. Si es que... Una receta para vagos, para triunfar, no se puede pedir más.

Los huevos rellenos son sin duda una de las tapas clásicas de la gastronomía española, un entrante de esos de abuela, que ellas sí que sabían, a triunfar sin complicarse. Hoy he preparado la versión clásica, pero podéis introducir variaciones a vuestro gusto: unas gambitas picadas, un poco de maíz dulce en conserva, unos pepinillos, unas anchoas... 

Para la decoración {aunque también las podéis picar dentro del relleno} he utilizado una lata de aceitunas Fragata que venían en la Degustabox de este mes; las aceitunas rellenas de anchoa nunca faltan en casa, las utilizo muchísimo. Desde un simple picoteo con el vermú del domingo, a ingrediente para mil y una recetas. En casa, sin duda, somos muy aceituneros.

Si queréis conocer todo el contenido de la caja Degustabox de este mes, sólo tenéis que pinchar en este enlace. Y si os apetece recibir vuestra propia Degustabox en casa, os recuerdo que disponemos de un código descuento XUAJW para que recibáis vuestra primera caja por tan sólo 9,99€ en lugar de los 14,99€ que son su precio habitual. Es tan fácil como introducir vuestros datos en el formulario que hay en la página de Degustabox {sin olvidar el código descuento} y muy pronto estaréis disfrutando de productos novedosos y sorprendentes cada mes.

Recuerda que Degustabox está en Facebook, Twitter e Instagram. Desde estas redes sociales podrás seguir todas sus novedades y enterarte de todas las ofertas y concursos. ¡¡No te pierdas nada!!

Huevos rellenos

1. Si no tenemos los huevos cocidos, los cocemos en agua, contando unos diez minutos a partir de que empiece a hervir. Dejamos enfriar y pelamos los huevos.

2. Abrimos los huevos a la mitad longitudinalmente. Reservamos las mitades de clara en un plato y ponemos las yemas en un bol.

3. Añadimos al bol el bonito bien escurrido, el tomate frito y la mayonesa (las cantidades de tomate y mayonesa son un poco al gusto); con ayuda de un tenedor integramos todo bien, hasta tener una pasta uniforme.

4. Rellenamos las mitades de clara con esta mezcla, de modo que sobresalga un poco del hueco. Decoramos con una aceituna rellena de anchoa.

5. Reservamos en la nevera hasta el momento de comer, bien frío está más rico.

Con esta receta participo en el sorteo de Las Delicias de Isabel patrocinado por Lékué. Porque si mi querida Isabel organiza un sorteo... ¿cómo podría yo resistirme? Lo verdaderamente complicado fue escoger una receta entre las maravillas de su blog para presentar al sorteo... Y entonces aparecieron en mi vida unos huevos de codorniz, y se disiparon todas las dudas...

Aunque ya había preparado huevos escoceses alguna vez en casa, confieso que con huevos de gallina no es lo mismo, para mi gusto se hacen secos y difíciles de comer. Pero con estos mini huevos, son una  pura delicia!! Así que, le copié todo, todo y todo a Isabel, ¡¡y triunfé!!

Isabel acompaña estos huevos escoceses con una deliciosa salsa de mostaza y miel; yo para ocultar a mis hijos mis oscuras intenciones, decidí poner la mostaza en la carne, para aportar el sabor y que no protestasen. Ese fue el único cambio que hice a la receta; os dejo el enlace de Las Delicias de Isabel, por si os apetece preparar esa salsa, aquí.

Si queréis participar en su fantástico sorteo, tenéis tiempo hasta el día 27 de abril, así que, venga, pasaos por su página, escoged receta ¡y a cocinar!

Huevos escoceses

Ingredientes:

Preparación:

1. Lo primero es cocer los huevos de codorniz. Esto, es un visto y no visto, hay que estar muy pendiente, entre 3 y 5 minutos, según el punto que os guste. Cuando pase el tiempo, pasadlos inmediatamente por agua fría para detener la cocción.

2. Armados de paciencia, pelamos los huevitos, todos, con cuidado de no dejar trocitos de cáscara.

3. Salpimentamos la carne, le ponemos la cucharadita de mostaza y mezclamos bien.

4. Vamos tomando pequeñas porciones de carne en la mano, las extendemos como si fuesen unas tortitas, y envolvemos los huevitos uno a uno, con la carne, formando una especie de albóndiga con el huevo en el interior.

5. Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite.

6. Pasamos los huevos escoceses por huevo batido y pan rallado, como si fuesen croquetas, y los freímos en abundante aceite. Retiramos a un plato con papel absorbente, para eliminar el excedente de aceite.

La tortilla de patata es sin duda una de las recetas más familiares de la cocina española. En todas las casas se cocina este plato, aunque cada cocinero tenga su estilo. Con cebolla, sin cebolla, el huevo más o menos cuajado... Es, además, un plato muy versátil, para improvisar una cena con amigos o un picoteo, para llevar a la playa o a un picnic. Lo que a mí me encanta de la tortilla de patata es que admite multitud de variantes, se le pueden añadir diferentes ingredientes para darle un aire completamente diferente, de este modo nunca nos aburriremos de nuestra tortilla. 

Para una tortilla básica lo que tenemos que hacer es picar las patatas, salarlas y sofreírlas en abundante aceite hasta que estén bien hechitas. Las escurrimos del aceite, las mezclamos con huevo batido, y la mezcla resultante la cuajamos por ambos lados en una sartén bien caliente. Sin embargo, como he dicho antes, es cierto que en cada casa la tortilla se hace de un modo, no sólo por los distintos ingredientes, sino por el modo mismo en el que se hace la tortilla. 

La tortilla de patatas nos ofrece infinitas variaciones. Como, por ejemplo esta tortilla de calabacín, que os puse ya hace un tiempo, que es muy suave y jugosa, ideal para los niños. A los ingredientes habituales de la tortilla simplemente tendremos que agregarle unas rodajas de calabacín cuando sofriamos la patata. El resultado, espectacular. La receta, explicada con todo detalle la tenéis aquí.

Con el huerto a rebosar, no hay más remedio que buscar salida a las innumerables verduras que llegan a mi casa. En este caso, reconozco que no es ningún esfuerzo, porque el calabacín es de mis favoritas, combina tan bien con todo, hay tantas recetas en la que utilizarlo... A la tortilla de patatas le aporta una jugosidad extra, queda muy muy rica.

La tortilla de patatas, hay donde la veis, es uno de esos platos que yo, hasta hace dos o tres años, jamás preparaba. Si en casa querían tortilla de patatas, pues la preparaba mi marido. A mí me daba pánico darle la vuelta, con lo que pesan las sartenes, y además no acababa de salirme bien.

Tengo dos talones de Aquiles, uno como he dicho, la tortilla de patatas. El otro, las recetas con arroz (¿os ha pasado desapercibido que no hay recetas de arroz?). A ver, en casa cocino arroz, pero no he acabado de cogerle el punto, y siempre me parece que no quedan las recetas como para ponerlas aquí... 

Mi falta de entendimiento con la tortilla de patatas lo he superado a base de cabezonería, el día que decidí que ya estaba bien, y que no iba a poder conmigo, he ido mejorando poco a poco, que nadie nace aprendido...

Esto os lo cuento, porque a veces me comentan algunas personas que no cocinan porque no saben, porque no se les da bien... Práctica, práctica, práctica, y mucho amor, y al final las cosas acaban saliendo...

Ahora me tocará ponerme con el arroz, que va siendo hora de sacarlo adelante. De momento os dejo con esta tortilla de calabacín tan rica y jugosa, os va a encantar, lo prometo.

Tortilla de calabacín

1. Pelamos y troceamos las patatas como solamos hacerlo para hacer una tortilla de patatas. Troceamos también el calabacín en medias lunas, a mí me gusta dejarlo con piel y en trozos no muy pequeños. Sazonamos.

2. En una sartén con abundante aceite, freímos las patatas con el calabacín, hasta que estén las patatas blanditas, sacamos del aceite, con precaución de escurrir todo el aceite posible.

3. En un bol batimos los huevos con un poco de sal, y mezclamos con las patatas.

4. En una sartén con un poco de aceite formamos la tortilla, dejándola cuajar por ambos lados. 

Para algunas personas es fácil dejar fluir los sentimientos y las sensaciones, para mí, es un auténtico tsunami. Soy muy visceral, aquellos que me conocéis personalmente lo sabéis. Me enfado mucho cuando me enfado, me río mucho cuando estoy contenta, lloro desconsolada cuando estoy triste... Tiendo a establecer lazos sentimentales con absolutamente todo y todos los que me rodean, ya sea para bien o para mal.

Mi madre siempre me dice que es bueno, que no me guardo cosas que me hacen daño después, pero a veces los sentimientos así, en tropel, me dejan un poco devastada... 

Cocinar (y leer) me ayuda a relajarme. Me concentro en lo que estoy haciendo, tanto que a veces ni siquiera escucho lo que me dicen mientras cocino. Cojo esto, dejo lo otro, pruebo lo de más allá. Es como una sinfonía que debe seguir el compás sin perderlo. Tic, tac, tic, tac. El tiempo pasa. El plato está listo. Et voilá, la válvula de escape funcionó, poquito a poco, sin darse cuenta.

Esta tortilla me gusta hacerla por las noches, para cenar. Es ligera, rápida y fácil de hacer. La proporción de las verduras, al gusto vuestro, se puede variar. Normalmente también voy variando el tipo de verduras, dependiendo de la época del año o de lo que tenga por la nevera. Es ideal para aprovechar trocitos de verduras que se te van quedando perdidos: una puntita de zanahoria, un trocito de berenjena, una esquinita de calabacín... 

Tortilla paisana "my way"

Ingredientes (para 2 personas):

Preparación:

1. Calentamos el aceite de oliva en una sartén. Ponemos a rehogar el bacon cortado en trocitos pequeños. Mientras se rehoga, vamos picando todas las verduras.

2. Cuando el bacon esté doradito, le añadimos todas las verduras bien picadas, y las sofreímos hasta que estén hechas. A mí me gusta dejarlas un puntito crujientes para la tortilla. Salpimentamos.

3. Batimos los huevos. Los añadimos a la sartén para formar la tortilla. Cuando esté cuajada por un lado, le damos la vuelta, y la cuajamos por el otro. 

4. Servimos acompañada de una ensalada verde. 

Que nadie se asuste... Este nombre tan glamuroso para una receta podría echar para atrás a cualquier cocinillas... Soy consciente de ello, pero no se debe a mí este nombre, sino al Chef Gordon Ramsay; sí, sí, ese tipo con mal carácter cuál Chicote Británico, que iba llevando el infierno a toda cuanta cocina americana se le ponía a tiro... Será por mi carácter tirando a corrosivo por fuera y tierno por dentro, que tengo yo debilidad por estos chefs del infierno...

Hace unos días cayó en mis manos el libro "Cocina Conmigo" de Gordon Ramsay  y claro, tenía yo que hacer una recetilla.

En fin, para quitar el pánico a alguno que está leyendo subido a una silla como si la cocina estuviese llena de serpientes venenosas, estos huevos norteafricanos no son ni más ni menos que unos huevos con pisto de toda la vida, pero con un toque de especias, y de ahí lo de norteafricanos.

Yo además le añadí salchichas alemanas de Baviera, con un toque ahumado para completar el plato. 

Huevos norteafricanos al estilo de Gordon Ramsay

Ingredientes (para 2 personas):

Preparación:

1. En una sartén, con un chorro de oliva, sofreír la cebolla 5 minutos hasta que esté blanda. Añadir el pimiento verde y rojo y seguir rehogando 5 minutos más; después añadir el ajo en láminas. Freír un par de minutos más. Añadir las salchichas y dejar que se doren un poquito.

2. Incorporar los tomates, el comino, el jengibre y el cilantro. Rehogar a fuego medio. Sazonar con sal, azúcar y pimienta. Ponerle unas gotas de Tabasco. Bajar el fuego y dejar cocer unos 15 minutos hasta que esta salsa tenga la consistencia de un pisto, más bien espesito. Probar, y rectificar la sazón si fuese necesario.

3. Hacer un hoyo en la salsa por cada huevo que vayamos a poner. Romper un huevo en cada hoyo. Tapar la sartén y cocinar a fuego lento unos 5-8 minutos, hasta que la clara se cuaje, pero la yema se quede blandita. 

4. Servir bien caliente.

Fuente: 

"Cocina Conmigo" de Gordon Ramsay (ver aquí)