Pastel de queso japonés

Cuando eligieron el queso como ingrediente para el Reto Alfabeto Dulce de este mes, tuve muy claro lo que iba a preparar. Había visto estos pasteles en infinidad de blogs, y me había enamorado perdidamente de ellos. Tenía que preparar uno.

Eso sí, con esta cosa de andar a cien mil todo el día, lo fui dejando, lo fui dejando, para casi el último día. Así que, una noche después de cenar, me arranqué como loca a hornear mi pastel. Claro que, a esas horas, ya no había ni pizca de luz natural para sacar unas fotos decentes al pastel, que además me había quedado requetelindo... No pasa nada, lo dejo en la nevera, y mañana, al regresar de trabajar, le hago las fotos...

¡¡Sorpresa!! Esta entrada debería haberse titulado "La desgracia de una madre bloguera con una familia de muertos de hambre". Cuando regresé de trabajar, mi familia ya había comido y... ¡¡a mi pastel le faltaba un pedazo!! Pero ¿es que nadie se había dado cuenta de que por la noche no se puede fotografiar comida? No, ni siquiera lo habían pensado... Pastel, ñam, ñam. Postre rico, ñam, ñam. Madre bloguera, no pasa nada, ni cuenta se va a dar... La solución que planteó mi familia ante esta tragedia fue simple. ¿Y por qué no haces otro? ¿Para qué? ¿Para que os lo comáis? ¡Ah, eso sí que no!

Testimonio de mi desgracia son las fotos que acompañan a esta receta, pero mira así se ve bien el interior, que era esponjosito y delicioso (no hay mal que por bien no venga)... La próxima nevera que me compre, candado y cierre de seguridad le voy a poner... 


Pastel de queso japonés {Cotton Soft Japanese Cheesecake}

Ingredientes:

  • 6 huevos (separar las claras de las yemas).
  • 350 g de queso crema (tipo Philadelphia).
  • 55 g de mantequilla.
  • 100 ml de leche entera.
  • 60 g de harina.
  • 20 g de maizena.
  • 1/2 cucharadita de cremor tártaro.
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla.
  • 150 g de azúcar.


Preparación:
1. Separamos las claras de las yemas. Montamos las claras con ayuda de nuestras varillas. Cuando estén semimontadas, agregamos el azúcar (en dos tandas) y seguimos batiendo. Junto con la segunda tanda de azúcar añadimos también el cremor tártaro. Tienen que estar muy firmes. Reservamos.

2. Batimos, preferentemente con ayuda de unas varillas, el queso crema y la mantequilla, ambos a temperatura ambiente. Cuando esté esponjoso, añadimos la esencia de vainilla y las yemas, una a una, esperando a que se incorpore bien antes de añadir la siguiente.

3. Tamizamos la harina y la maizena juntas. Incorporamos la mitad de la harina a la masa, mezclamos bien. Añadimos entonces la leche, y finalmente, el resto de la harina. Mezclar con cuidado de que no se formen grumos. 

4. Por último, con ayuda de una espátula de goma, mezclamos en dos o tres tandas las claras montadas a punto de nieve que habíamos reservado, con movimientos envolventes y cuidando de que no se bajen mucho.

5. Precalentamos el horno a 160ºC y untamos un molde de bundt cake (o el que nos guste) con mantequilla, y lo espolvoreamos con harina. Vertemos en él la masa del pastel.

6. Este pastel se cocina al baño María dentro del horno, por lo que necesitaremos otro molde en el podamos introducir el primero y llenar de agua bien caliente cuando metamos el pastel en el horno, teniendo cuidado de no salpicar el interior del molde de bundt cake.

7. Horneamos durante aproximadamente 1 hora y cuarto, hasta que al pinchar el pastel con una brocheta ésta salga limpia. Dejamos el horno cerrado y no lo abrimos hasta que el pastel esté completamente frío, así evitaremos que se baje y pierda esa textura tan especial y ligera que tiene.

8. Cuando esté frío lo desmoldamos, y lo servimos así tal cual, espolvoreado con azúcar glas, o acompañado de alguna mermelada que nos guste, de frutas del bosque, por ejemplo.


Muchas muchas recetas con queso, todas dulces y deliciosas, pinchando en el logo del Reto Alfabeto Dulce.


Montse Nosinmitaper

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