No soy una gran amante del queso. Es más, soy una cheese-hater convencidísima. Sin embargo, tengo un par de excepciones, y una de ellas es el queso crema. La excusa para esta excepción, en este caso, es que adoro las tartas de queso, de hecho hay varias recetas en el blog. En esta ocasión, se trata de una versión rápida, sin horno, y además servida en modo cuqui, en vasitos individuales. No se tarda más de un cuarto de hora en preparar estas mini cheesecakes, aunque luego necesitan un poquito de reposo en la nevera para que se asienten los sabores.
Aunque lo normal es preparar la base con galletas (María, Digestive, o cualquier otra que os guste) en esta ocasión tenía unas barritas crujientes de avena y miel de la marca Nature Valley que vinieron en la última Disfrutabox. Han sido todo un descubrimiento, absolutamente deliciosas. Y además tienen una textura perfecta, así que sustituí la mantequilla y galletas simplemente por las barritas bien troceaditas. Un gran acierto.
Como sabéis, Disfrutabox es una caja sorpresa que contiene una cuidada selección de productos de primeras marcas, pertenecientes al ramo de la alimentación, la belleza, el hogar o el cuidado personal. Puedes recibirla cómodamente en tu casa cada mes, suscribiéndote desde la página de Disfrutabox, de manera muy sencilla. Por tan sólo 15,91€ podrás probar todos los productos de la caja y después evaluarlos y obtener puntos de descuento. Además, puedes darte de baja cuando quieras, sin ningún tipo de penalización, y en un sólo clic.
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Cheesecake en vasitos {sin horno}
Ingredientes para 4 personas
Para la base:
- 50 g de galletas.
- 35 g de mantequilla.
En esta ocasión, sustituí estos dos ingredientes por 2 bolsitas de barritas de avena y miel Nature Valley.
Para la crema:
- 200 g de nata líquida para montar {35% materia grasa}.
- 170 g de queso crema {tipo Philadelphia}.
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
- 50 g de azúcar glas.
- 50 g de mermelada de frutos del bosque.
- 30 ml de zumo de limón.
- unos frutos rojos para decorar, pueden ser congelados {opcional}.
Preparación:
1. Trituramos las galletas, no muy finas. Para ello, podemos meterlas en una bolsa de plástico, cerrarla y pasarle un rodillo por encima hasta que tenga la textura que nos guste. Derretimos la mantequilla unos segundos en el microondas y la mezclamos bien con las galletas trituradas. Repartimos esta mezcla en el fondo de cuatro vasitos.
En esta ocasión sustituí las galletas por unas barritas que ya tienen un cierto grado de humedad, por lo que no es necesario poner mantequilla, así que simplemente puse las barritas trituradas con ayuda de un rodillo.
2. Mezclamos suavemente el queso con el extracto de vainilla, con una cuchara, trabajándolo un poquito para que nos quede una crema suave, más fácil de incorporar después a la nata.
3. Montamos la nata con unas varillas. Cuando esté semimontada, le incorporamos el azúcar glas y terminamos de montarla. Incorporamos el queso con la vainilla, y batimos un poco más con las varillas, hasta que la crema esté suave y esponjosa. Repartimos la crema en los vasitos y reservamos en la nevera.
4. Calentamos unos segundos en el microondas la mermelada y la mezclamos con el zumo de limón para que esté un poco más ligera. Dejamos enfriar, y la repartimos por encima de la crema de queso.