Mini pavlova con curd de maracuyá

Me encanta que los planes salgan bien. Y es que hay planes que, aún sin saber nosotros mismos que lo son, y aunque nos empeñemos en dinamitarlos, salen bien. Por alguna razón que escapa a mi entendimiento, estas mini pavlovas salieron bien, aún antes de existir tan siquiera en mi mente...

Fue el postre de celebración de mi aniversario de boda. Los que me conocen personalmente, saben que no somos de grandes celebraciones. Celebramos los cumpleaños, y la Navidad, por los niños sobre todo. En nuestro cumpleaños, o aniversario no hay regalos. No son los regalos materiales los que alimentan el alma, ni el amor. Son los besos de buenos días, los abrazos infinitos y las miradas llenas de sentimiento. Sólo los niños reciben regalos. Claro que me gusta recibir regalos, en cualquier ocasión, pero no debe ser una obligación y por ello, cuando se reciben, sea el día que sea, se reciben con especial ilusión.

Bueno, que no solemos hacer celebraciones, y menos del aniversario de boda, porque en realidad, no lo considero mi aniversario. Nos casamos tiempo después de tener los niños, así que en realidad este aniversario llegó después de tener una relación consolidada, una familia... el "matrimonio" llegó antes que la boda... Los que conocen la extravagante historia de mi boda sabrán de lo que hablo (quizás algún día os la cuente)... Así que yo considero mi aniversario el de siempre, en diciembre, este de agosto es una excusa como otra cualquiera para un te quiero, para un postre especial, (o para olvidarse, muchas veces).

Un regalo inesperado por parte de Ángeles, la mami de una amiga de mi niña, generó todo este desaguisado. Unos maracuyás, que yo ni siquiera sabía que podían crecer aquí en Galicia, pues ella los tiene en casa. Empieza la máquina a andar, llega un ingrediente especial a casa y hay que pensar qué hacer con él. Pregunto en facebook a mis compis blogueros y amigos. El curd de maracuyá fue la opción más coreada. Y a ello me puse.

El curd de maracuyá es absolutamente divino, de lo más rico que he probado en mi vida. Pero una vez que estaba hecho... a mi mente volvió la pavlova que rondaba en los últimos tiempos, pero que me había dado miedo hacer, porque pensaba que era dificilísima. 

Sin embargo, la intención no era subir la receta al blog, de ahí que las fotos no sean muy buenas, simplemente pensé en ponerlas en Instagram. Pero al final, cuando las combinaciones son tan deliciosas, cuando el corazón baila al probar algo... ¿cómo resistirse a compartirlo?

Ahí os la dejo, de veras no es difícil, sólo requiere de paciencia y cariño. Pero ¿qué no requiere de eso en esta vida? 


Mini pavlova con curd de maracuyá

Ingredientes:
Para el curd de maracuyá:

  • 125 g de azúcar.
  • 1 cucharadita de maizena.
  • 1 huevo y 1 yema.
  • 120 ml pulpa de maracuyá (ya sin pepitas).
  • 45 g de mantequilla.

Para las mini pavlovas (con estas cantidades, formé cuatro mini pavlovas):

  • 150 g de azúcar glas.
  • 1 cucharadita de maizena.
  • 2 claras de huevo.
  • 1/2 cucharadita de zumo de limón.
  • 1/2 cucharadita de esencia de vainilla.


Preparación:

Para preparar el curd de maracuyá:
1. Lo primero es preparar el curd. Para ello, abrimos los frutos de maracuyá y los vaciamos en el vaso de la batidora. Cuando tengamos toda la pulpa, le damos un par de golpes con la batidora, no queremos triturar las pepitas, ya que sería después imposible colarlo, sino simplemente desleír un poco la pulpa y así facilitar nuestra labor. Después, lo pasamos por un colador fino, removiendo con ayuda de una cucharilla, hasta que hayamos colado todo el jugo de maracuyá. Para conseguir los 120 ml, yo utilicé unos 10 frutos, pero dependerá de lo grandes y jugosos que estén.

2. Ponemos en un cazo el azúcar del curd con la maizena y mezclamos un poquito. Le añadimos el huevo y la yema y seguimos mezclando para evitar que después se formen grumos. Añadimos la pulpa de maracuyá y volvemos a mezclar. Por último, añadimos la mantequilla en dados y ponemos al fuego.

3. Dejamos cocer a fuego suave hasta que la mantequilla se haya derretido y se nos haya formado una cremita espesa, con calma y sin dejar de remover en ningún momento. Ponemos el curd en un bol, le ponemos un film de plástico sobre la crema (para que no forme costra) y dejamos enfriar.



Para preparar las mini pavlovas:

4. Precalentamos el horno a 130ºC.

5. Con ayuda de unas varillas, batimos las claras hasta que comiencen a montarse. Entonces le vamos añadiendo el azúcar en tres o cuatro veces, mientras seguimos batiendo. Con el último azúcar que añadamos, añadimos también la maizena. Debemos conseguir un merengue muy firme y brillante. 

6. Por último, añadimos la esencia de vainilla y el zumo de limón. Batimos un poco más. 

7. En una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, repartimos el merengue en 4 montoncitos, y con ayuda de una cuchara los aplanamos un poco. 

8. Introducimos en el horno y dejamos hornear entre 45 y 60 minutos, procurando que no se nos tuesten demasiado (cosa que me pasó a mí).

9. Retiramos del horno y ponemos sobre una rejilla a enfriar con mucha precaución, ya que son muy delicadas.

10. Cuando están frías, ponemos el curd por encima, y decoramos, por ejemplo, con unas frambuesas.


Montse Nosinmitaper

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