Minestrone de invierno

La sopa es uno de mis platos preferidos durante el invierno. Cualquier sopa me gusta, pero si es una bien completita y repleta de vitaminas como esta, hasta me sirve de plato único para una cena.

Es verdad eso que dice el anuncio: "Somos de muchas cosas sin saber por qué, en cambio somos de otras porque tenemos muchas razones para serlo"... Mi madre, que no era nada de sopa (la sopa según ella sólo se toma cuando uno está enfermo), únicamente hacía sopas de sobre (sí, sí, de esas de ave con fideos, de agua lavada...). Sin embargo, yo que no me he educado en la exquisitez gastronómica (que no era mi madre muy cocinillas tampoco) moría por las sopas. Allá donde iba, yo me comía una sopa. Y si me das una sopa, me haces la mujer más feliz del mundo. Soy de sopas, no sé por qué, pero seguramente porque tengo muchas razones para serlo. Y si tenéis dudas, probad esta receta, y os hacéis de sopa, seguro.

La minestrone es un plato típico italiano, que se confecciona con las verduras de temporada, de modo que la receta puede ir variando a lo largo del año. Puede hacerse un plato completamente vegetariano, pero también pueden añadirse otros ingredientes como bacon, jamón, pequeñas albondiguillas de carne...
Para mí es un plato espectacular, no por la complicación que supone prepararla, sino por el gran sabor que se consigue con ingredientes tan sencillos y, como siempre, con mucho cariño.

A diferencia de la típica sopa juliana que hacemos en España, la minestrone es un plato más contundente, ya que suele incluir también no sólo pasta, sino también legumbres. Además suele servirse con queso rallado por encima, con lo cual se convierte ya en un plato no de diez, sino de doce.

Os recomiendo, como siempre, tiempo, cocción lenta, mucho cariño... Esa es una de las lecciones de cocina que tengo por fundamentales. Y creo que sin ese factor, jamás saldrá nada bien (ni en la cocina ni en ningún otro sitio). Que nunca nos falte la pasión y las ganas de hacer bien las cosas.


Minestrone de invierno

Ingredientes (para 4 personas):
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 lonchas de bacon ahumado
  • 1 diente de ajo
  • 50 g de cebolla
  • 1 zanahoria grande
  • 1 rama grandecita de apio
  • 50 g de calabacín
  • 50 g de puerro
  • 2 cucharaditas de concentrado de tomate
  • 1 patata mediana
  • 100 g de alubias blancas ya cocidas y escurridas
  • 1 litro de caldo de pollo
  • 50 g de espinacas congeladas
  • 50 g de pasta pequeña (yo puse estrellitas)
  • 1/2 cucharadita de orégano
  • 1/2 cucharadita de albahaca
  • 1 hoja de laurel
  • sal
  • Opcional: queso parmesano rallado

Preparación:
1. En una cazuela, calentar el aceite y rehogar las lonchas de bacon cortadas en tiritas.

2. Mientras tanto, picar muy menudita toda la verdura: cebolla, ajo, zanahoria, apio, calabacín y puerro. Cuando el bacon esté bien sofrito, añadir todas las verduras picadas y rehogar unos 15 minutos más.

3. Añadir el caldo, el concentrado de tomate, la patata en cubitos, las espinacas, las alubias y las especias (laurel, orégano y albahaca). Dejar que empiece a hervir, bajar el fuego, y dejar cocer despacito una media hora aproximadamente. Yo no le puse sal ninguna porque use caldo comprado de esos en brick (¡¡Tramposa!!), pero si no lleva ninguna sal, añadirla ahora.

4. Probar la sopa y rectificar de sal si fuese necesario. Añadir la pasta y dejar cocer unos 10 minutos más, el tiempo dependerá del tipo de pasta que usemos; suele venir especificado en el paquete.

5. Servir bien caliente. Si os gusta, podéis ponerle un poquito de queso rallado en el plato a la hora de servir.

Y sólo nos queda acurrucarnos en el sofá con una manta, una buena peli y un tazón de minestrone. Al menos yo, con eso, soy la mujer más feliz del mundo.




Montse Nosinmitaper

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