Como la semana pasada el sol nos deleitaba con su presencia, preparé unos deliciosos mejillones con vinagreta y tenía reservado en el congelador un rico caldo resultante de abrir los mejillones. Y gracias a la inestabilidad meteorológica he tenido la oportunidad de elaborar un rico plato con él, uno de esos platos de mojar pan, de ponerse las botas... Aunque también hay que decir que es muy sano, no lleva nada de grasas y resulta bastante ligero, teniendo en cuenta que son legumbres, que a menudo resultan bastante pesadas para el estómago.
Como siempre, es fundamental hacer hincapié en la calidad del producto. No digo yo que nos vayamos a una tienda gourmet a comprar alubias con denominación de origen de Bielorrusia, pero si tenemos unas alubias de mala calidad, dará igual cuántas horas las tengamos al fuego, cuánto mimo le pongamos... las pieles quedarán duras y nos estropearán el plato. Lo mismo ocurre con las almejas, cuidadín con las almejas que vienen congeladas, que también suelen venir llenas de arena... Ese cris-cris en los dientes no resulta nada agradable.
Es esta una receta superfácil que a mí me encanta, me doy cuenta al ir seleccionando las recetas para poner en el blog que menudo paladar tengo, que mira que me gusta a mí el marisco en sus más variadas versiones (para que luego me digan tonta)... Esta vez unas fabes con almejas, plato tradicional asturiano, pero muy a mi manera, haciéndolas muy sencillas y rápidas dentro de lo que cabe.
¡¡Espero que os gusten!!
Fabes con almejas
Ingredientes (para 2 personas):
- 200 g de alubias blancas, de buena calidad.
- 500 g de almejas (a lo mejor con menos también está bien, pero es que a mí me gustan muchísimo)
- 1/2 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 pastilla de caldo
- 1/2 cucharadita de pimentón
- un chorro de aceite de oliva
- una hoja de laurel
- un poco de perejil picado
- agua o caldo (yo usé el caldo de abrir los mejillones)
Preparación:
1. El día anterior, poner a remojo las alubias en abundante agua fría. Tener cuidado de poner suficiente agua, porque engordan mucho, y no queremos que se queden secas.
2. Al llegar a casa con las almejas, ponerlas en agua con sal, para que se limpien y no lleven ningún rastro de arena; dejarlas ahí hasta el momento de añadirlas al potaje.
3. Poner las alubias en la olla a presión con agua fría o caldo. El agua tiene que quedar un dedo por encima de las alubias. Añadir la cebolla picada muy menudita, los ajos (enteros y sin pelar), la hoja de laurel, el pimentón y un chorrito de aceite de oliva. Cerrar la olla y poner al fuego. Cuando la válvula que indica la presión suba, bajar el fuego, y dejar que cueza unos 15 minutos.
4. Pasado este tiempo, abrir la olla. Añadir la pastilla de caldo y dejarlas cocer a fuego muy muy lento entre 30 y 45 minutos más. El tiempo dependerá de las alubias, así que es conveniente irlas probando.
5. Lavar las almejas en agua fría, y añadirlas al potaje cuando le queden 5 minutos para acabar la cocción. Añadir un poco de perejil picado por encima y servir bien caliente.
6. Como últimos consejos, si tenemos que añadir más agua en algún momento de la cocción, que sea siempre agua fría. No remover con la cuchara en la tartera, porque romperemos las alubias, es mejor ir moviendo poco a poco la cazuela con movimientos circulares.